La Reserva Nacional de Paracas, uno de los principales destinos naturales del país, abarca 335.000 hectáreas entre desierto costero y mar adyacente, donde habitan especies de flora y fauna como lobos marinos, pingüinos de Humboldt y aves migratorias. Por ser un área natural protegida, la Reserva Nacional de Paracas cuenta con una serie de indicaciones y restricciones sobre las actividades a realizar. Para el ingreso será necesario obtener los permisos respectivos y tomar en cuenta la importancia del mantenimiento de la zona y la preservación de sus especies.
Está ubicada en uno de los puntos más desérticos de la costa peruana, en el departamento de Ica, y tiene una extensión de 335.000 Ha -unas 200.000 en el océano Pacífico. La península de Paracas está situada en una zona marítima excepcionalmente rica, cuyos afloramientos de aguas extremadamente frías producen una gran abundancia de plancton que nutre a peces, crustáceos y moluscos.
Lo más destacado en esta reserva son sus paisajes surrealistas y rica biodiversidad que se traduce en gran número de especies de aves, peces, mariscos y mamíferos como lobos y nutrias marinas que están en situación vulnerable. El lugar es idóneo para el avistamiento de aves migratorias. Algunos hitos para el visitante son la Bahía Lagunillas, los Salares de Otuma, la Bahía de la Independencia, las Islas Ballestas o las playas de la Mina y Mendieta.
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