Oasis natural rodeado de dunas de arena en el desierto de Ica, donde los visitantes pueden disfrutar de hermosos paisajes.
La laguna de la Huacachina es de aguas color verde esmeralda. Algunos estudios han descubierto que surgió debido al afloramiento de corrientes subterráneas y alrededor de ella ha aparecido una abundante vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos y los típicos guarangos, que sirven para el descanso de las aves migratorias que pasan por esta región. Todo ello contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares más vistosos y bellos de la costa peruana.
Es el orgullo principal de la ciudad de Ica, sus altas dunas siempre han desafiado a sus visitantes y residentes, quienes han ido estableciendo como actividad típica del lugar el deslizarse sobre ellas sobre pedazos de madera, tablas de surf y hasta esquís acuáticos.
Ubicado a 5.5 Km al suroeste de la Plaza de armas de la ciudad de Ica.
La Huacachina ha conseguido que ya no sea considerada interesante sólo por su mítica laguna, en la cual se pueden dar relajantes paseos en bote, sino también por sus cumbres afiladas y perfectas, de hasta 250 metros de riesgo vertical. Convertidas hoy en un codiciado destino para pruebas nacionales e internacionales de sandboarding, sus dunas, al igual que las pistas de esquí más renombradas del mundo, cuentan con nombres propios: La Catedral, Santiaguillo, Orovilca, Norte Orovilva y Saraja.
La visita a esta laguna es libre todo el año.
Pasajeros felices