Fue importante en los tiempos del Imperio Inca, ya que se cree que la zona en donde está construida formó parte de la antesala del Templo del Sol (Qorikancha) y de la Gran Plaza del Sol (Intipampa).
Después de la conquista, el hermano del conquistador Gonzalo Pizarro, se apropió del palacio inca que allí se encontraba para después vendérselo al marqués Juan de Salas, quien hizo construir una casona de dos pisos, usando para ello los muros incas e introduciendo los arcos de piedra
Está decorada con rosetones y columnas en relieve, el dintel está labrado en una sola pieza lítica, apreciándose cuatro bustos y el escudo nobiliario. Hoy en día se ha convertido en uno de los hoteles más conocidos de la ciudad el “Hotel Libertadores.
En su interior, confirmando la importancia social del edificio, se puede apreciar la disposición del patio con arquerías de piedra en los cuatro ángulos y una fuente de agua al centro.
Pasajeros felices