LA ALEGRÍA, LOS COLORES Y EL SABOR DE LOS CARNAVALES CUSQUEÑOS
Febrero empieza, con un hermoso mes como los otros, con días de lluvia y también de mucho sol. Se caracteriza por muchos motivos, pero principalmente por sus fiestas con alegres danzas, gastronomía típica, trajes de colores y lugares como punto de encuentro para celebrar las costumbres y tradiciones propias de los pobladores cusqueños y visitantes.
Una de sus fiestas más representativas son los carnavales cusqueños; que en estos primeros días del mes se celebraran después de haber vivido el jolgorio y la algarabía de la fiesta de los “compadres y comadres”. Niños, jóvenes y adultos se disponen para vivir con alegría y mucha intensidad la fiesta de los carnavales que se convierte en fiesta la de todos. En la ciudad del Cusco y principalmente en las provincias del Valle Sagrado de los Incas, se viven los carnavales en las distintas comunidades; con vistosas danzas, abundante pica pica (papel picado de muchos colores), harina blanca y agua. Como parte de la gastronomía cusqueña, paralelamente las familias en las viviendas se preparan afanosamente para elaborar el “T’impu” o el “T’impusca”, que viene a ser un plato tradicional, degustado muy caliente y al mediodía. Este plato típico preferido durante el tiempo de carnavales; se prepara en una enorme olla, donde se cuecen al vapor, la carne de cordero, acompañada de granos, tubérculos y menestras de la región, de la sierra y la selva del Cusco; entre los que encontramos la papa, la yuca, el maíz blanco o “choclo” la moraya, el camote, la virraca, entre otros ingredientes tradicionales.
Ésta deliciosa vianda es servida en dos platos, uno que contiene una caliente y agradable sopa, ideal para consumirla mientras cae la lluvia típica de éste mes; y el otro plato que contiene los ingredientes sólidos cocidos al vapor. La tradición exige acompañar éstos suculentos platos, con una generosa porción de ají de sabor picante o comúnmente llamada ”uchucuta”.
Previa a la celebración de los carnavales en Cusco, que son dos semanas antes, se celebra el día de los compadres y las comadres en los barrios más populares de la ciudad. Durante esta fiesta tradicional es común observar en las puertas de las viviendas y en los postes de alumbrado eléctrico; muñecos de trapo colgados, que representan a personajes populares o a los vecinos del barrio, en una intensión de satirizarlos.
Mientras tanto en las provincias del Cusco, principalmente en las del Valle Sagrado de los Incas, ubicadas a las riberas del río Vilcanota; los pobladores de las comunidades campesinas se visten con sus trajes típicos, de alegres colores, para trasladarse a la ciudad. Recordamos también que en los pueblos del ande, las fiestas de los carnavales se constituyen en una fecha significativa que propicia y sugiere la formalización de los romances entre los más jóvenes, y en otros lugares es una fecha igualmente propicia para agradecer con veneración a la “Pachamama” o Madre Tierra, por los frutos otorgados.
Las mujeres en edad casamentera visten trajes de alegres colores, ataviadas para la ocasión con flores frescas multicolores sobre sus sombreros o “monteras” y llevan amarrados en la cintura los “chumpis” o cinturones de llamativos colores como símbolo de su soltería. Éste símbolo permitirá el inicio del cortejo y el enamoramiento de los varones solteros.
Otros distritos del Valle Sagrado de los Incas, celebran el carnaval con peculiares festejos como la danza de la “Yunza”, entre solteros y casados; que consiste en danzar alrededor de un árbol, que previamente ha sido colgado en sus ramas, de regalos y globos. Mientras mujeres y varones danzan alrededor del árbol, uno a uno van talando el tronco de árbol con un hacha hasta que el árbol quede extendido en suelo y los danzantes puedan recoger los regalos. En las localidades de Coya, Pisac y Urubamba, del mismo Valle; esta fecha es preponderante y especial por su significado tradicional.
Entre alegres pasacalles y festivales gastronómicos donde también se expende el T’impu o “puchero”; en plazas y calles; el 26 de febrero tiene lugar el comúnmente llamado “remate u octava de carnavales” acompañado de un alegre corzo en la Plaza de Armas, fiesta que congrega a los ganadores de las danzas de las distintas comunidades, quienes en torno a la música de los huaynos y canciones festivas, juegan con el agua, las harinas de colores y la serpentina de papel infaltable en esta fecha, para expresar su alegría.
De esta singular y alegre forma de expresión cultural, que encierra identidad propia y un fuerte arraigo hacia tradicionales costumbres; Cusco celebra los carnavales, una fiesta de alegría, gastronomía, danza y música, que congrega año a año a sus pobladores y a visitantes de todos los rincones del mundo.
Pasajeros felices