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Fiesta de la Virgen de la Candelaria

Explorando la Festividad Religiosa más Grande y Colorida de la Región de Puno.
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FE, RELIGIOSIDAD, DANZA, MÚSICA, COLORES Y LA ALEGRÍA QUE SE VIVE EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA

La región de Puno en el Perú se ubica entre las faldas de las montañas de hermosos andes y termina abruptamente a orillas del lago Titicaca. Es conocida como la capital folklórica del Perú; una afirmación difícil de negar cuando vemos a las mujeres y varones aymaras y quechua vestidos de hermosos atuendos tradicionales y coloridos trajes, con niños cargados sobre sus hombros en vistosos mantos de alegres colores. El mes de febrero de todos los años, los pobladores de la región de Puno viven con intensidad y alegría una fiesta con matices religiosos, que inspira y alienta los corazones de miles de files y visitantes de todas partes del mundo. Muchos meses del año, se preparan con anticipación numerosas agrupaciones de danza, entre varones y mujeres que visten coloridos trajes de luces, los que desfilan las largas calles de la ciudad, danzando alegremente al ritmo y al sonido de las acompasadas bandas de música. La Festividad de la Virgen de la Candelaria, cada año aproximadamente espera recibir a no menos de 85,000 visitantes entre nacionales y extranjeros.

Decenas de grupos de danzantes se congregan desde las siete de la mañana en el estadio o campo deportivo que tiene como nombre Enrique Torres Belón en la región de Puno, para participar de la enrome y popular festividad, a través del reconocido concurso de danzas típicas de toda la región.

Esta tradicional fiesta fue reconocida en el mes de noviembre del año 2014, como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; reconocimiento otorgado por la Organización de las Naciones Unidas”. Es una fiesta que el Perú la celebra con orgullo.

La región de Puno considerada como la Capital Folklórica del Perú y de América, es inmensamente rica en danzas, música, costumbres y leyendas. Es célebre por su variado y colorido folklore, posiblemente la región del Perú más rica en costumbres que deslumbra al continente, cuya máxima expresión se manifiesta en la fiesta de la Virgen de la Candelaria.

Durante el mes de febrero, en los primeros días, Puno se convierte y sus calles se transforman invadidas por sus fieles, por danzantes con coloridos trajes, por turistas y visitantes que rinden culto y homenaje a la patrona de la ciudad; la “Virgen de La Candelaria”, conocida como “La Mamacha Candelaria”. Puno se llena de fe y vive intensamente sus “carnavales”, convirtiéndose en una de las más grandes celebraciones religiosas del país desde la época de la Colonia hasta nuestros días.

La “Mamacha Candelaria” es acompañada por una multitud que reza, agradece y pide milagros. Es honrada con plegarias y altares que se preparan para honrarla.

La fiesta de la Candelaria dura dieciséis días, comienza el 2 de febrero con una celebración Eucarística en el Templo de la céntrica plazoleta del parque Manuel Pino y la congregación de comparsas y músicos, en medio de gentes venida de todas partes del mundo, para apreciar ésta espectacular fiesta religiosa.

Concluida las celebraciones Eucarísticas; la alegría por vivir un acontecimiento religioso que tiene al pueblo vivo y muy cerca a su “Madre”, se pone de manifiesto con el inicio de las danzas acompañadas por las bandas de músicos que empiezan a desfilar por las calles de la ciudad; mientras la imagen de la Virgen patrona de pueblo, es llevada en andas, en procesión por las calles de Puno y por sus fieles devotos. Los días posteriores al inicio de las festividades, se llevan a cabo ferias y fiestas en los barrios más populares, donde se bebe y se baila al ritmo de la música y las danzas de Puno, durante el día y la noche. La apoteosis de la festividad tiene como fecha el 12 de febrero, cuando cientos de agrupaciones demuestran respeto y veneración a la imagen de la “Virgen de la Candelaria”, con sus alegres danzas, a lo largo de la procesión.

Llegada la noche del 02 de febrero las calles de la ciudad continúan bloqueados por un tumulto de personas fuera del templo del parque Manuel Pino; cerca a la plaza mayor. Mientras las enormes y cortas faldas de las mujeres danzantes ondean entre colores morados, fuccia, azules, amarillos y plateados, bajo el cielo de la noche; los pétalos de rosas llueven desde los balcones de la ciudad, sobre la Virgen venerada; son los fieles devotos que la bañan de flores, homenajeando y agradando a la “Madre” del pueblo.

Los rostros de los fieles van siendo humedecidos con el agua bendita, que el sacerdote va derramando sobre los peregrinos, se asoma de pronto el dulce y terroso aroma del palo santo, que van llevando en manos los devotos, mientras cientos de velitas blancas encendidas, alumbran las calles.

Siguiendo el paso de la multitudinaria procesión, la Virgen amada es llevada hacia la Catedral de Puno. Algunas veces la suave lluvia acompaña el paso de los fieles y visitantes; pero no impide que el apoteósico acto continúe su curso.

Mientras tanto; vendedores ambulantes van ofreciendo los conocidos “anticucho de corazón” (vísceras de res o brochetas de carne frita y papas) y otro suculentos bocadillos como las empandas de carne y queso. Por otro lado es muy común observar a los puestos ambulantes y algunos establecimientos que venden el tradicional “Api” morado que viene a ser una bebida hecha fundamentalmente de maíz morado, agua, azúcar y canela. No obstante, cada vendedor de “Api” le otorga su propio toque, con aromas a anís, o frutas como la piña o la naranja. El “Api” es una bebida caliente de origen boliviano; que obliga consumirla a sus habitantes para combatir el duro clima frío del altiplano. La cercanía entre Perú y Bolivia, ha permito el ingreso de una fuerte influencia de costumbres y tradiciones entre ambos países; en las expresiones que marcan fuertemente sus identidades, de música, danza y la gastronomía. El delicioso “Api” caliente va acompañado comúnmente por una enorme y agradable empanada de queso.

Para la media noche, las zampoñas y otros instrumentos de percusión están sonando por todas las calles, en medio de una fusión de hermosos sonidos, típicos de la fiesta. Las agrupaciones de bailarines dan saltos alrededor mientras ondean pañuelos.

“¿Sabías que la Virgen de la Candelaria luce más de 50 hermosos y llamativos vestidos?”, todos los años la cambian de atuendo, luciendo uno nuevo y hermoso por cada uno. Por otro lado, casi la mitad de las bandas musicales son traídas de Bolivia. Vemos complacidos como éste vecino país, su música y tradiciones, también acompañan la extraordinaria fiesta, en un afán de expresar su amor y fe a la patrona de Puno, y compartir con el hermano país, sus danza y su música.

No faltan las luces de colores, mientras están prendidas las mechas que empiezan a silbar y girar, con los castillos y fuegos artificiales, que vuelan por los techos de las casa. Es un espectacular acontecimiento que llena de alegría al pueblo.

Al día siguiente mientras muchas veces el sol brilla y otras aparece la lluvia; la procesión continúa hasta cierta parte del día. Por la tarde antes de que la caiga la noche; las comparsas y agrupaciones de danzarines nuevamente empiezan a recorrer las calles de la ciudad y la gente se aglomera en los alrededores y veredas de la calles para ver pasar a los danzantes, a quienes llenan de aplausos y lanzan gritos de alegría. Las mujeres aymara con enormes sombreros forrados de plumas y flores naturales, vestidas y uniformadas particularmente con quince pesadas faldas de colores, quienes ofrecen el baile de la “waka waka” en medio de vistosas coreografías; seguidas por grupos de varones mayores quienes visten trajes de luces y llevan alegremente en las manos, matracas de madera que suenan al compás de las bandas. Al mismo tiempo continúan el baile grupos de danzantes disfrazados de gorilas, aves, mujeres que llevan puestos corpiños forrados de lentejuelas de colores y faldas cortas, con enromes tacones. Entre danza y danza van apareciendo los Sikuris, representados por agrupaciones de entre 50 y 60 músicos aproximadamente que avanzan tocando enérgicamente las zampoñas, al compás de las danzas y del sonido de los bombos y tambores. La Mamacha de la Candelaria sigue siendo llevada en andas por sus fieles devotos; en medio de una fiesta que va envolviendo a la población el mucha alegría y sentimientos que la Patrona les inspira.

¿Qué fechas importantes debemos considerar tomar en cuenta si visitamos Puno durante ésta fiesta?

El concurso de danzas tiene lugar en el Estadio Enrique Torres Belón. El concurso de las danzas autóctonas se llevaron a cabo el domingo 31 de enero del 2016, mientras que el concurso en traje de luces, se llevará a cabo el 07 de febrero y la parada y veneración de danzas se llevarán a cabo el día 08 de febrero del siguiente año.

De esta manera, quizá indescriptible con palabras; será imprescindible que tus ojos vean, que tus oídos escuchen y que tus sentidos se despierten; programando tu viaje y preparando tus maletas, para visitar Puno en el mes de febrero de todos los años. La magia de la música, las danzas, los trajes de colores y de luces, la gastronomía regional y otras costumbres, mezclados con los sentimientos de fe, devoción y del inmenso amor que los fieles devotos tiene sobre la Virgen de la Candelaria; son vividos a través de una experiencia inolvidable en la Capital Folklórica de América, Puno!, que no puedes dejar de visitar y programar dentro de tu itinerario de viaje dentro de tu extraordinario recorrido por el Perú.

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